Hace millones de años, la Península de Yucatán era un gran arrecife de coral, cubierto por el mar. Lo que podríamos haber visto, seria muy similar a lo que vemos actualmente cuando buceamos en las costas caribeñas de la península, arrecifes de coral, con abundancia de vida marina. Durante la última era glacial, el nivel del mar descendió, dejando la barrera coralina expuesta al tiempo y a las inclemencias del clima. El arrecife de coral murió, diferentes variedades de plantas comenzaron a crecer, dando nacimiento a la selva de esta región sobre la gruesa plataforma de roca caliza, formada por el arrecife de coral muerto. La mejor prueba de esto, son los fósiles encontrados en el interior de la península, y que podemos observar durante un buceo de caverna. Con la selva comenzaron a caer las primeras lluvias, que se mezclaron con el dióxido de carbono contenido en la atmósfera, formando una solución llamada ácido carbónico. El ácido carbónico se presenta como una solución lo suficientemente fuerte para disolver la roca caliza, comenzando a penetrar y erosionar la misma, formando agujeros mayores, los que con el paso del tiempo se convierten en pasajes y túneles mucho mas grandes, resultando finalmente los grandes sistemas de ríos subterráneos, cuevas y cavernas que existen actualmente en Yucatán.